"Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades.No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta." Filipenses 4:14-17
Leyendo este pasaje podemos observar cómo Pablo, desde la cárcel, muestra el agradecimiento a los hermanos de Filipos por la generosidad de sus ofrendas y los exalta por el compromiso que tenían primeramente hacia Dios y también con él. Pablo estaba recogiendo el fruto de lo que él mismo, como fundador de esa iglesia, había sembrado. Quienes viven para Dios saben que si "siembran generosamente, generosamente también segarán." 2 Corintios 9:6. Por eso el apóstol, aunque sus circunstancias no eran las mejores, nos muestra su gozo, no por lo que recibía materialmente, sino por el crecimiento espiritual de los filipenses, que era lo que verdaderamente le importaba.
"No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta" Filipenses 4:17
Es así como deben conducirse los verdaderos pastores de hoy, aquellos que aman las almas porque sirven con todo su corazón al Señor. Y es así también como todo cristiano tiene que dar fruto; entregándose a Dios.
Pero para eso antes es necesario morir, como murió Jesús.
Él lo hizo físicamente por amor a la humanidad, nosotros hemos de hacerlo espiritualmente.
Jesús nos dice: " De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto." Juan 12:24
Ahora te pregunto. ¿Tú quieres ser un verdadero siervo De Dios? Te dejo este último versículo.
Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Romanos 6:22
Leyendo este pasaje podemos observar cómo Pablo, desde la cárcel, muestra el agradecimiento a los hermanos de Filipos por la generosidad de sus ofrendas y los exalta por el compromiso que tenían primeramente hacia Dios y también con él. Pablo estaba recogiendo el fruto de lo que él mismo, como fundador de esa iglesia, había sembrado. Quienes viven para Dios saben que si "siembran generosamente, generosamente también segarán." 2 Corintios 9:6. Por eso el apóstol, aunque sus circunstancias no eran las mejores, nos muestra su gozo, no por lo que recibía materialmente, sino por el crecimiento espiritual de los filipenses, que era lo que verdaderamente le importaba.
"No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta" Filipenses 4:17
Es así como deben conducirse los verdaderos pastores de hoy, aquellos que aman las almas porque sirven con todo su corazón al Señor. Y es así también como todo cristiano tiene que dar fruto; entregándose a Dios.
Pero para eso antes es necesario morir, como murió Jesús.
Él lo hizo físicamente por amor a la humanidad, nosotros hemos de hacerlo espiritualmente.
Jesús nos dice: " De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto." Juan 12:24
Ahora te pregunto. ¿Tú quieres ser un verdadero siervo De Dios? Te dejo este último versículo.
Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Romanos 6:22