(Hebreos 10:35-30)
Dios quiere que como sus hijos tengamos una vida llena de seguridad. La Biblia dice que no perdamos nuestra confianza.
¿Qué es confianza? Confianza es una actitud que se tiene en algo o en alguien. Confianza es una seguridad interior. Es una actitud basada en una información.
(Romanos 10:17) Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Fe es el resultado de una información, yo no puedo tener fe hasta que no oigo la Palabra. Lo mismo es la confianza, la Biblia es la boca de Dios, y Él se reveló por su Palabra. La confianza viene por medio del conocimiento de Dios.
Numero uno; confianza no es arrogancia. La gente que es arrogante es gente que está llena de inseguridades. Son personas que intentan proyectar una imagen de lo que ellos no son.
Numero dos; confianza no es prepotencia, hay personas que son prepotentes pero inseguras. Las personas que actúan con prepotencia lo hacen porque están llenos de inseguridad en su interior.
¿Qué es prepotencia? Es creer que tú eres superior a los de más. Una persona llena de confianza nunca se cree superior a los de mas, simplemente está segura de quién es y en quien esta confiada. No importa lo bueno que tú seas, porque siempre abra alguien mejor que tu. Por eso la Biblia dice que debemos procurar siempre lo mejor. El peor enemigo de lo mejor es lo bueno. Cuando encontramos algo bueno nos adaptamos y dejamos de buscar lo mejor. El peor enemigo de una persona confiada son sus logros personales. Aquí está el problema de muchos líderes, que cuando llegaron a tener algo se acomodaron, “se estancaron”. En el Seños todos tenemos que aprender a dejar atrás aquellos logros que alcanzamos, para buscar otros mejores
(Filipenses 3:13-17) prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios.
Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa.
Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.
¿Cuales son los tres niveles de confianza que debo tener en mi vida para tenerla segura?
Primero: Confianza en Dios. Lo primero que mantiene a un creyente seguro es tener confianza en Dios. Confianza en Dios es como yo entiendo a Dios y le creo; yo no puedo tener confianza en Dios si dudo de su palabra. (Marcos 11:22) Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.
La primera columna de un creyente es confianza en Dios. Yo puedo confiar en Dios sin importarme mi situación, ni mis circunstancias, ni mis emociones. Confianza en Dios es sinónimo de fe; y la fe es tiempo presente, Jesús no dijo vete que mañana te sanare, Jesús dijo como creíste te será hecho. Dios es el Dios del presente, ¿Cuándo le vas a creer? “Hoy” Dios no es el gran yo fui, ni el gran yo seré, Él es el gran yo soy. David decía (Salmo 27:1) Jehová es mi luz y mi salvación ¿De quién temeré? (Salmo 125:1) Los que confían en Jehová son como el monte de Sión. Lo que hace a un creyente seguro es el confiar en Dios.
Segundo: Nuestra confianza tiene que estar establecida para con Dios. Hay una gran diferencia, entre “confiar en Dios y tener confianza para con Dios” Confianza en Dios es, como tú percibes a Dios. Confianza para con Dios es como tú te ves ante los ojos de Dios. (1Juan 2:28) Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. (1Juan 4:17) En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. (Hebreos 4:16) Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Tercero: No puedo estar seguro hasta que no tenga confianza para conmigo mismo. La confianza para conmigo mismo la recibo, cuando se cumplen las dos anteriores. Cuando yo me establecí en la confianza en Dios, y la confianza para con Dios. Entonces puedo establecer una confianza conmigo mismo.
¿Tú quieres ser una persona llena de confianza? Comprométete contigo mismo y con Dios. Recuerda la confianza se alimenta de la información correcta. Hay personas que viven en continua condenación Jesús dijo “Yo no vine para condenar el mundo sino para salvar a los que estaban perdidos”. Y recuerda, de la manera que tú andas, vistes y hablas, demuestras el nivel de confianza que hay en ti.
Dios quiere que como sus hijos tengamos una vida llena de seguridad. La Biblia dice que no perdamos nuestra confianza.
¿Qué es confianza? Confianza es una actitud que se tiene en algo o en alguien. Confianza es una seguridad interior. Es una actitud basada en una información.
(Romanos 10:17) Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Fe es el resultado de una información, yo no puedo tener fe hasta que no oigo la Palabra. Lo mismo es la confianza, la Biblia es la boca de Dios, y Él se reveló por su Palabra. La confianza viene por medio del conocimiento de Dios.
Numero uno; confianza no es arrogancia. La gente que es arrogante es gente que está llena de inseguridades. Son personas que intentan proyectar una imagen de lo que ellos no son.
Numero dos; confianza no es prepotencia, hay personas que son prepotentes pero inseguras. Las personas que actúan con prepotencia lo hacen porque están llenos de inseguridad en su interior.
¿Qué es prepotencia? Es creer que tú eres superior a los de más. Una persona llena de confianza nunca se cree superior a los de mas, simplemente está segura de quién es y en quien esta confiada. No importa lo bueno que tú seas, porque siempre abra alguien mejor que tu. Por eso la Biblia dice que debemos procurar siempre lo mejor. El peor enemigo de lo mejor es lo bueno. Cuando encontramos algo bueno nos adaptamos y dejamos de buscar lo mejor. El peor enemigo de una persona confiada son sus logros personales. Aquí está el problema de muchos líderes, que cuando llegaron a tener algo se acomodaron, “se estancaron”. En el Seños todos tenemos que aprender a dejar atrás aquellos logros que alcanzamos, para buscar otros mejores
(Filipenses 3:13-17) prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios.
Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa.
Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.
¿Cuales son los tres niveles de confianza que debo tener en mi vida para tenerla segura?
Primero: Confianza en Dios. Lo primero que mantiene a un creyente seguro es tener confianza en Dios. Confianza en Dios es como yo entiendo a Dios y le creo; yo no puedo tener confianza en Dios si dudo de su palabra. (Marcos 11:22) Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.
La primera columna de un creyente es confianza en Dios. Yo puedo confiar en Dios sin importarme mi situación, ni mis circunstancias, ni mis emociones. Confianza en Dios es sinónimo de fe; y la fe es tiempo presente, Jesús no dijo vete que mañana te sanare, Jesús dijo como creíste te será hecho. Dios es el Dios del presente, ¿Cuándo le vas a creer? “Hoy” Dios no es el gran yo fui, ni el gran yo seré, Él es el gran yo soy. David decía (Salmo 27:1) Jehová es mi luz y mi salvación ¿De quién temeré? (Salmo 125:1) Los que confían en Jehová son como el monte de Sión. Lo que hace a un creyente seguro es el confiar en Dios.
Segundo: Nuestra confianza tiene que estar establecida para con Dios. Hay una gran diferencia, entre “confiar en Dios y tener confianza para con Dios” Confianza en Dios es, como tú percibes a Dios. Confianza para con Dios es como tú te ves ante los ojos de Dios. (1Juan 2:28) Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. (1Juan 4:17) En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. (Hebreos 4:16) Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Tercero: No puedo estar seguro hasta que no tenga confianza para conmigo mismo. La confianza para conmigo mismo la recibo, cuando se cumplen las dos anteriores. Cuando yo me establecí en la confianza en Dios, y la confianza para con Dios. Entonces puedo establecer una confianza conmigo mismo.
¿Tú quieres ser una persona llena de confianza? Comprométete contigo mismo y con Dios. Recuerda la confianza se alimenta de la información correcta. Hay personas que viven en continua condenación Jesús dijo “Yo no vine para condenar el mundo sino para salvar a los que estaban perdidos”. Y recuerda, de la manera que tú andas, vistes y hablas, demuestras el nivel de confianza que hay en ti.