El miércoles continuamos con un nuevo día en victoria. Israel fue el encargado de dirigir el culto y como ya sabéis este año estamos viendo Filipenses 4 y centrándonos en darnos para Dios.
Uno de los pecados que son más difíciles de percibir por el ojo humano son los mentales; como es obvio sólo Dios conoce los pensamientos y discierne las intenciones del corazón. ¿Cuántas veces le has dado a Dios tu tiempo, tu dinero y tu cuerpo pero tu mente estaba en otro lugar? ¿Cuántas veces tienes un plan B por si Dios "no aparece"?
Como nos dijo Isra en Filipenses 4:8 es necesario darle a Dios también el control de nuestros pensamientos y confiar en él. No debemos pensar mal de otros porque esto nos puede llevar a un pecado mayor; no debemos ocupar nuestra mente con cosas que aún no han pasado. La preocupación es una muestra de nuestra falta de confianza en Dios, es decirle a Dios que se equivoca. Confiemos en Dios y en que él tiene cuidado de nosotros.
Oremos por aquellas personas que tienen sus mentes atadas y esto les lleva a vivir una vida de continuas prisiones.
"... Más nosotros tenemos la mente de Cristo." 1 Corintios 2:16
Uno de los pecados que son más difíciles de percibir por el ojo humano son los mentales; como es obvio sólo Dios conoce los pensamientos y discierne las intenciones del corazón. ¿Cuántas veces le has dado a Dios tu tiempo, tu dinero y tu cuerpo pero tu mente estaba en otro lugar? ¿Cuántas veces tienes un plan B por si Dios "no aparece"?
Como nos dijo Isra en Filipenses 4:8 es necesario darle a Dios también el control de nuestros pensamientos y confiar en él. No debemos pensar mal de otros porque esto nos puede llevar a un pecado mayor; no debemos ocupar nuestra mente con cosas que aún no han pasado. La preocupación es una muestra de nuestra falta de confianza en Dios, es decirle a Dios que se equivoca. Confiemos en Dios y en que él tiene cuidado de nosotros.
Oremos por aquellas personas que tienen sus mentes atadas y esto les lleva a vivir una vida de continuas prisiones.
"... Más nosotros tenemos la mente de Cristo." 1 Corintios 2:16